Las emociones y los sentimientos de Jesús

Este libro es un delicado  bocado que puedes disfrutar hasta perderte por instantes en él, y mientras lo degustas podrás imaginar y evidenciar la vida emocional de Jesús, del Jesús histórico como lo describe su autora, de un Jesús que no participa en el acontecimiento humano como un superhombre acorazado por los poderes que Dios le dio, sino que se deja envolver y muestra desnudamente sus sentimientos.

A veces hay ciertas palabras o verbos que  te llevan a un nivel que desconocías.

        Por ejemplo, aún recuerdo cuando descubrí en Hebreos la palabra meditar (hagah) que dicho sea de paso, es la misma palabra que se usa cuando un perro o un león gruñe (hagah) sobre su presa (Isaías 31.4 NVI). Entendí con este decubrimiento, que la palabra meditar no es algo que exclusivamente se hace en silencio en algún lugar apartado, sino que era más parecida al rugido de un perro o un león. Ronroneos que inquietan.

        Hay ciertos tipos de escrituras que te invitan a este tipo de lectura; un ronroneo suave, rugidos bajos a medida que probamos y saboreamos, anticipamos y asimilamos las dulces; condimentadas y suculentas palabras que enriquecen nuestro paladar e infunden valor a nuestra alma. Precisamente este rugido meditado lo sentí al leer el estudio realizado por Linda Castilla sobre las emociones y los sentimientos de Jesús.

        Mi editor, me hizo llegar este pequeño libro, pero que su tamaño no te engañe ¡eh! Es un delicado y concentrado bocado que puedes disfrutar hasta perderte por instantes en él, y mientras lo degustas podrás imaginar y evidenciar la vida emocional de Jesús, del Jesús histórico como lo describe su autora, de un Jesús que no participa en el acontecimiento humano como un superhombre acorazado por los poderes que Dios le dio, sino que se deja envolver y muestra desnudamente sus sentimientos, una idea que la autora acompasa de alguna manera con Barbaglio, uno de los autores citados en este libro, cuando expresa: «Los sentimientos expresados por Jesús se tratan siempre de una reacción ante la miseria humana, que despierta no tanto una compasión estéril, sino una interacción liberadora de parte de Jesús».

        Este es un libro que no debe ser leído por curiosidad, es uno de esos libros que debes leer para aprender, provocando a tu corazón.

        ¡Felicidades a su autora Linda Castilla!

Matilde Cuevas (psicóloga).